XVII
Pesa la luna pesa grisácea,
verdolaga eterna mancha... mis pies.
Ella fuerza la tapa hacia abajo,
mi mano suspendida
apenas la nada roza.
Me pesa tu propio peso
cada poro de ella…
Siento o presiento da lo mismo.
Una trompeta calándose figura
de perro al amanecer
cayéndose, callándote.
Pesa la luna, pesa en
mi soledad de trance.