LA CONFESIÓN:
Hoy tengo ganas de intentar hablarte, pero temo encontrar un nuevo rechazo que me haga sangrar mas copiosamente por la herida que llevo abierta en el corazón, no imaginas cuanto duele en el alma el desprecio que recibo al no querer notar nunca mi presencia, frente a ti…
Hoy tengo ganas de acercarme a ti, pero no hayo la manera más idónea de abordarte sin llegar a molestarte, si de buena manera decidieras concederme un pequeño espacio de tu preciado tiempo, para que pudiéramos platicar un instante como lo hacíamos antes con solo mirarte…
Hoy tengo ganas de abrazarte, fuerte muy fuerte, para desahogarme en tu hombro sin que fueras a pensar mal de mi, pero el miedo al fracaso por una ofensa, limita mis sinceras pretensiones, quedando en el olvido como ayer, cuando en silencio subí la escalera a tu cuarto…
Hoy tengo ganas de besar tu boca, pero me inquieta que al hacerlo, pueda escuchar por tus labios dormida el nombre del que usurpa mi lugar en tu vida, descubriendo el sabor de esos besos, que debieron ser siempre los míos, porque besando mis labios, Yo te enseñé a besar…
Hoy tengo ganas de renegarte en la Iglesia tres veces arrodillado ante Dios, para borrarte de la mente, pero estaría engañándome a mi mismo, al querer hacer lo que en verdad pienso mas no siento, por ser Tú a pesar de todo el sufrimiento, la mujer que he amado y sigo amando en soledad.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 03/06/2012 07:30 PM.