Seduces como inocente fémina,
como flor maltratada, que nos roba un consuelo
acaricias con voz que llega a la eclíptica
de un corazón que gira moribundo,
herido en el suelo.
voz que sana y sutura,
que gime con desasosiego,
que me da ternura
que se vuelve eco en mis perspicaces sueños
que me hace puro y a la vez traicionero.
Se vuelve mi pecho húmedo pañuelo,
De tu llanto supuesto, cual lluvias de enero
Me envuelven tus labios,
santificas mis besos,
Me dices te amo con tono ligero
Arrumas la leña de la ardiente hoguera
Mientras se desatan las musas del cielo
antes prisioneras.
Elogio tus ojos,
tu ausencia me enferma
descubro tu encanto te pinto un poema
me ciega la niebla,
olvido principios allá entre tus piernas
me hundo en los pétalos de un jardín sin hierbas
me hacen prisionero de una flor ajena
no encuentro las fuerzas para detenerme
ya soy un esclavo de tu desnudes
a cada momento la hoguera la enciendes
y atizo la leña ardiendo a mis pies.
De aquel que te abruma sueltas pestilencias,
es inmerecido tu encuentro con él
me ofreces tus manos te hago mi princesa
entre sabanas cómplices del tímido hotel
me abrazas, me besas lo haces culpable
Justificas tu engaño, te niegas infiel.
Todo se esfumó en tu mente audaz
Como una aventura de tu inquieta ira
Como Una cobranza de un desliz fugaz
Y la hoguera arde en mis madrugadas
Como anima en pena penetras mi calma
Te lavas la cara tan frágil tan santa
Tan llena de encantos, de sonrisas falsas
En casa te esperan los brazos,
las metas, los lazos,
La ilusión de un "para siempre"
Niegas el momento en que sucumbió tu careta
Y entre frías burlas me agobias, inclemente
Como impura saeta que mi pleura rasga
Y me asfixia el verbo que antes te adoraba
Supe de tu celo que nunca se sacia
Que han sido infinitas tus pizcas de aventuras,
Luciendo un ceñido tapiz de hermosura
Y un cruel maquillaje que todo lo ignora
Aquí está tu nombre que tu moral suprime
Oculto entre líneas de aquel que te escribe
De aquel que te amaba,
de aquel que te implora
Que devuelvas el corazón aquí a su pecho
A ver si en las noches transcurren las horas
Sin que llegue tu sombra a dejarme deshecho.