Una noche de luna, tendida en la cama,
un rayo extasiado, te baño de plata,
Con luz y destellos, te lleno de gracia,
como un sortilegio, me llego, tu magia.
Quede contemplando, tu cuerpo de nácar,
las olas llegaban, a dar serenata,
un coro de ondinas, en tu honor cantaban,
y yo, embelesado, te mire...en la cama.
Cual frágil figura, de cristal posabas,
como Magia blanca, de alabastro, y plata,
tu piel delicada, de seda muy blanca,
como inmaculada, sin huella, sin nada,
Bañada de luz, te mire, acostada,
Un velo, de tul, tu cuerpo, tapaba,
y al rayo de luz, no ocultabas, nada,
Ansioso, de verte, fije la mirada.
Miré, tu silueta, muy bien, dibujada,
una suave brisa, de viento, soplaba,
en un arrebato de ansias, calladas,
retirando el velo, te mire... sin nada.
[email protected] magia blanca