Hugo Emilio Ocanto

Contemplando las aguas del río, y recordánte.

 


 


 


Es una fresca mañana de junio,

y voy caminando lentamente

por el puente.

El puente de nuestros matinales

paseos, corridas... maratones

las llamábamos.

Nuestro puente, decíamos.

Me detengo. En un lugar.

Un preciso lugar de él.

Contemplo las aguas del río,

y los recuerdos

afloran en mi mente...

Años han pasado, muchos años.

Aquella mañana habíamos tenido

una de esas tontas discusiones

de las que siempre tenemos

los jóvenes enamorados.

Por algo tan tonto

nos separamos.

Tú hacía un corto tiempo

me habías regalado un

libro de poemas.

Habías puesto en él

una hermosa dedicatoria.

" Tal vez la dicha

colme mi vida.

Tal vez deba llorar

las amargas lágrimas

de la derrota.

Pero nunca seré desgraciada.

Habré ido en busca

de mi destino.

Y sabiéndome amada por tí,

siempre creeré en mi

buena estrella"

Me sellaste el alma.

Te amé hasta la locura.

Pero nos alejamos.

Un día, volví a este,

nuestro puente,

y arrojé tu libro,

el cual me lo habías dado

con tanto amor,

a las aguas del río.

Me quedé contemplando, y las aguas calmas

se llevaban aquel libro

con hermosos poemas de amor.

El amor que nos habíamos prometido,

y que el Destino no

nos permitió concretar.

Estuviste mucho tiempo

enferma. Tu estado de salud

era muy delicado.

Pero con un buen tratamiento

podías haber eludido la muerte.

Pero tú fuiste

al encuentro de ella.

Qué fué lo que realmente

tu cerebro te llevó

a realizar tal acto

de locura?

Cuando me enteré,

casi enloquecí ( también yo)

Aquí, en este lugar

donde ahora estoy,

te arrojaste a las aguas.

Lo hiciste por tu enfermedad?

Por nuestra separación,

aún cuando habíamos

concertado frecuentes encuentros?

Qué pasó en tu decisión

de dejar esta vida,

mi dulce muñequita rubia?

Contemplo las aguas del río,

desde aquí, nuestro puente,

donde ellas se llevaron aquel

libro de poemas,

de cuyos textos vivíamos.

Contemplo las aguas del río,

y mis lágrimas se unen a ellas.

Se mezclan con las aguas

que sepultaron a mi amor.

( Quisiera también yo

arrojarme a ellas. Pero no.

Trágame aguas! Pero no.)

Todos los derechos reservados del autor ( 04/06/2012)