omu

Carnes juguetonas

 

 

Cósmicos risueños y dinámicos; mi fruto y tu néctar.

Limpia su estirpe, su naturaleza,

más pulcra que; la mortaja del santo

o la misma ceniza de cualquier estrella.

No se ensucien de dolores los amatorios actos,

de prejuicios mártires no se hagan esclavos.

Cuando si sopla fuerte ventisca,

enraízan como arbusto. Firmes, sobre la tierra,

mantienen los granos de la arena.

 

 

   ***   ***   ***

 

 

Redondeces posadas sobre la alfombra,

cuales ruedan, como cuerpos satinados de pasión.

Ruedan despreocupadas, ruedan flotando: pendiente abajo.

 

 

Requiebros de gozo que a ultranza

domestican la pureza aliñando,

dándole el justo punto de sal y pimienta,

un exquisito toque lascivo.

 

 

Qué virtudes podrían faltarle al fuego,

si no se olvida el campero, de uniendo desleír;

a las frágiles flores, con toscos y rudos cardos.

 

 

Al certeramente avivar la lumbre;

con salivas y gemidos; levitando entre sudores,

ablandando el acero de los tiempos,

tanteando la savia del contacto,

que atreviéndose brota con estoque

desde la profundidad de los deseos silentes.

 

 

Lujurias descritas o imaginadas conversan;

con cálidos tenazas que pinzan la dicha,

con tiernas caricias que golpean

acelerando la marcha del corazón.

 

 

Dialogantes orígenes salpican, se entremezclan,

junto al provocador clímax de suculentos epitafios.

 

 

Sobre bordados manteles gotean; tejidos estructurados.

Sublimes y suaves voces procrean,

les acompañan, excitantes compases,

que a todo temple o nervio dislocan.

 

 

Alocadas se les unen; profundas letras,

que respiran, a su lado, eximidas de pudor,

acorraladas, en el filo acantilado del amor.

 

 

318-omu G.S. (Bcn-2012)