¡Sólo camina!...
Yo te observo, yo te cuido, yo te amo.
Y te abrazo los sueños, y la vida.
Sólo, nunca te detengas...
Que no quiero ver tu reloj,
también oxidado, esperando que yo vuelva.
Sólo sé lo mejor que puedas,
y sé tú, tal cual como te amé,
tal cual como tu alma quiera...
Y yo te aplaudiré si amas,
y yo te acogeré si lloras,
y yo te soñaré siempre que muy lejos duermas...
Sólo, no te detengas;
que yo te voy a amar en cada lugar
donde la vida me acoja,
nunca lejos de ti,
aun sobre la distancia entera.