Helrika

Poema [1]

El mar la arrulla con su canto;

Ella dormita, sola, llorando.

Una frágil rosa la esta acompañando…  

 

Se mueve con sutileza y soltura

Sobre su lecho de color púrpura.

Sus labios tiemblan sin reparo,

Pues temen revelar el pasado.

 

El viento acaricia su cabello rizado,

Su rostro luce encolerizado.

Negro su cabello, negro su manto.

Oscuro su futuro: triste, olvidado.

 

Una mujer a espera de su condena:

La sangre escurre por sus dedos largos.

Ella suelta un verso de un poema,

Para olvidarse de su letargo.  

 

Sonríe, fogosa, ocultando su dolor.

Su conciencia está siendo torturada,

Por el recuerdo de su olor…

Su muñeca, sigue ensangrentada.

 

Su cuerpo reposa bajo la penumbra,

Espera un final digno para una bruja…

Respira. Solloza. Y susurra.