Me relatas en tu carta
que llegarás mañana.
Harás un cambio en mi vida.
Después de tanto tiempo
que la esperaba,
llegó, al fin.
Esta carta ha producido
un cambio
en mi forma de pensar.
De sentir.
De ser.
Ha renacido en mí
la esperanza.
Me dices en ella
tu resolución de
regresar a ésta.
Me hace muy feliz.
Y que me sigues amando.
En la mía te reiteré
mi amor.
Y tú me respondes
lo mismo.
Me has otorgado
la alegría de vivir.
De existir.
Diría que es la carta
para mi salvación.
Para dejar de pensar tonterías
y dejar mi escepticismo
a un lado.
Me prometes cosas
maravillosas,
y juntos las realizaremos.
Me dices que tu duda
es el empleo.
Despreocúpate.
Ya te lo he conseguido.
Como lo habíamos comentado.
Lo tendrás.
Y si no existiera,
con mi sueldo
nos alcanzaría.
Lo importante
es que tú regreses
y estemos juntos
ya definitivamente
para toda la vida.
Recibí tu carta,
y ten la satisfacción
de que al unirnos,
te haré muy feliz.
Tú ya me la has dado
al tomar la decisión
de regresar.
Mis padres estarán
muy contentos
de tu regreso.
Como lo estoy yo.
Te necesito
porque te amo.
Te espero con ferviente
deseos... amor.
Eres la mujer soñada
de mi corazón.
Te espero.
Todos los derechos reservados al autor(hugo emilio ocanto 05/06/2012)