Sentada tranquila bajo el frondoso árbol,
las manos apoyadas en el regazo,
imágenes pasadas invaden mi mente,
y divagan mi vida paso a paso.
Mis caminos fueron muchos y confusos,
mis amores diferentes cada uno,
pero en todos, la pasión fue infinita,
y en mi sólida memoria, no olvide ninguno.
El primero, compañero de mi vida,
que me amó con todos sus sentidos,
que dejó sus sueños y quimeras,
para seguir mis pasos aun perdidos.
Me dejo luego para irse de repente,
a esa gran dimensión desconocida.,
a la que nunca podremos asistir,
mientras nos quede un álito de vida.
Mis amores mas fervientes y queridos,
son mis hijos que acompañan con alivio
y comprenden que la pasión de ser poetas
es lo único que calma mis delirios.
Solo me queda en esta vida de locura,
luchar, escribir, tender los brazos,
sin dejarme vencer por el ocaso,
Y unir a todos mis amados
en el mas ardiente y feliz de los abrazos.