¡Callaos lenguas paganas!
¡Dejad que la fé os guíe!
¿Por qué no poneís ganas
hoy que la luz sonríe?
Lo se, no es fácil ceer
ni que el alma se fíe,
pero es humano el querer
como lo es el errar,
son parte de nuestro ser.
El sol se quiso mostrar
más vivo este día,
mi alma lo hizo brillar,
mi alma que desvaría
ante la luz del cielo,
como un pez en la ría.
Fui hoy un trozo de hielo
bajo el tierno calor
de tu preciado pelo,
bajo el suave fulgor
de tus pueriles ojos,
bajo el tenue candor
de tu piel sin enojos.
¡Dame la dicha oh musa!
-sano entre los antojos -
el don que no se usa,
que vive en el oblío
de la mente obtusa.
Como el agua del río,
fresca, transparente
y viva, tras el lío
feroz de su torrente
deja en la tierra inerte
el limo ya ferviente.
Así quiero tenerte,
sentir que eres mía,
saber que aun puedo verte,
decir a quien desvía
que ahora estás aqui
amiga poesía.