Mujer triste que abraza a la almohada
fingiendo soñar donde termina la ilusión
Y te vas en medio de tantas gentes
Al rincón donde combaten los doblegados.
Mujer profeta que llora de dolor ajeno
Y eres candil de cementerios
donde la sensatez y la verdad son enterradas
bajo las sabanas de la aurora.
Mujer extraña que acaricias suspiros
no en vano luchas con las manos temblorosas
por tantos espíritus sin nombres
que persigue el polvo de la tempestad.
Mujer poeta del negro horizonte
cuando te miro en tu vuelo encendido
me parece imposible ver como sangras
mi alma, tan adentro de mí…en mí.
Antonia Ceada Acevedo©