Se rompe, se fracciona en millones
de pedazos el amor líquido que ayer
se mantuvo sólido entre las quimeras
de la mujer que mojó sus labios
bajo el hilo de las balas
y las opiniones.
Amor líquido entre lo sólido:
Venus a la cabeza de la rebelión cívica
que ahora llama a la puerta.
…Y el altercado
de la vehemencia extrema
dándole sentido al sinsentido
de vivir sin acontecimientos
amatorios…