“entre tus manos
mis versos son destellos
de primavera”
Te dejo este poema
desnudo, sin cobijo,
para que en tu ternura
sienta calor de leños,
para que en tus manos blancas
se sienta una paloma
y aletee en tu bosque
y brinque en tu campiña
al son de tus violines
y le asignen colores
las inquietas mariposas;
(tal vez se parezca en mucho
a todos los poemas
en los que te he brindado
mi amor en una rosa).
Te dejo este poema
que nació en el frío
de otoño con escarcha,
bajo el sol mortecino
de un triángulo sureño,
orillando trigales,
saltando manantiales
de avejentadas sierras,
entre piedras sin nombre
y senderos sin ecos.
Te dejo este poema
para guardar tus besos,
que manche sus palabras
el carmín de tus labios
y lo lleves contigo
arropado en tus senos,
porque llevan sus rimas
mis manos, mis latidos
y allá irán contigo
mi piel y mi tibieza,
mis caricias, mis besos,
mi todo hacia tu todo.
Te dejo este poema
de absoluta simpleza,
tiene platear de luna
y el azul de una estrella,
un trinar de calandrias,
un oro de retamas,
un pedazo de cielo
sobre la pampa grande,
y la nostalgia que aprieta
en el bandoneón, un tango.
Te dejo este poema
donde vuela mi sueño
que se dormirá en tus brazos
hasta que brille el alba.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.