Llueve sin cesar, el cielo ha pronunciado su dolor,
junto con ello el alma mía está sola y triste
siente el furor de la melancolía breve y loca
logrando así, que el corazón se envuelva en un sinfin de preguntas.
Pero... ¿Qué preguntas?, aquello lo azota con interrogantes.
El clamor de la vida triste sigue sin marcha atrás,
envolviéndome en las garras del malévolo desamor
y yo, junto con el manso llanto del cielo oscuro
me destrozo en mil pedazos por no poder tenerte.
Te metiste en mi mente y corazón, moldeando
una bellísima sensación de un grato sentimiento amoroso.
Sin embargo, ahora cruzo las entrañas del sofocante infierno
con un sentimiento vanal,
flechándome para morir por mi objetivo,
imposible e inalcanzable de lograr.
Ahora, sintiéndome morir, logro comprender que no eras para mi
y yo, con el viento que murmura incesantemente, con la lluvia de cristal
y tormentas latentes sigmi camino, un camino infinito y desolado , el cual
me llevará al mágico mundo del amor, sintiendo
de nuevo la belleza profunda de amar al ser mas divino del universo... Tu... Mujer!