Ayer me puse a pensar
sobre lo que es la igualdad
de las personas normales
unas se creen dioses
y parias las contrarias.
Tratan de influir
con conocimientos casuales
yéndose en espirales
los argumentos esgrimidos,
así tener motivo
la berborrea ganadora
y miran como las gaviotas
al gusano a tragar,
sin tener la moral
que tanto se pregona.
La humildad desconocen,
la deshonradez rebasa.
La caridad no pasa,
ni por el frente de sus casas
Es el verbo el humillar
lo que mejor se conjuga.
Todo cree que es basura,
lo fuera de su portal.
Y siempre han de ganar
por ser dioses del olimpo,
Dios santos del cielo
dales un poco de humildad
a esos seres pequeños.