Estoy en el perpetuo movimiento
de la nada. En esta quietud actual
soy molino sedentario
sin electricidad, ni viento lateral.
Me veras cuando
las tormentas de verano
asuman mi identidad.
Me veras
a lo lejos relampaguear
iluminaré en el vaivén
figuras desprevenidas.
Cuanto más he de quererte,
la eternidad no me detendrá
más allá de la eternidad.
Asumo la realidad estoy quieto,
seco en una caja sin humedad.
Esperanza de pócima
próxima tormenta de verano.
Pronto llegaré…