Oscar Perez

La evocaciĆ³n

La evocación

 

Siendo sólo lo que soy, poeta,

puedo decir que he llegado a todas partes,

a las flores de un balcón en que los amantes

también sus propios cuerpos se regalan, 

a la vivienda de Teillier, llena de grillos,

y que en la noche cruza el cielo verde,

tras de la luna y el rocío de los besos y los sueños,

al timbre del ministro ocasional

que sobre un papel triste nos condena

al hambre de ser pueblo desarmado,

pero que tras sobrevivir no tendrá idea de su nombre.

He llorado con todos los que no tienen pañuelo,

he reído con todos los que por otros se alegraron,

y voy, yo vengo y voy, de la estación al cielo abierto,

como el sol, como la luna, que recogen frutos junto a mi,

como la vida, como la muerte,

que siempre nos aguardan con más de una sorpresa.

Sólo me falta que también tú te intereses por las nubes,

porque siendo lo que soy, poeta, allí te espero

para volvernos lluvia, semilla, cataclismo

y un simple recordar, de corazón a corazón, las hojas idas.

 

01 06 12