Te extraño tanto que hay en mi alma
Heridas profundas por tu ausencia.
Heridas que me lastiman y me condenan
a hacerte la dueña exclusiva de mis pensamientos.
La dueña de este universo de sensaciones,
Candencias y colores que tú evocas.
La dueña de cada "te quiero" que de mi alma brota.
La dueña absoluta de este sentimiento
Que me quema por dentro.
De cada abrazo, de cada beso...
De cada flor de mi primavera,
De mis valles y mis praderas.
De cada sol y cada amanecer.
De cada ocaso y cada gota de miel,
De mi manantial abundante;
Del silencio de mis montañas;
De mi bruma y de mi dulce calma:
Eres reina y soberana.