Estoy harta conmigo misma,
por no saber lo que necesito
por no querer lo que tengo
por renegar de mi existencia.
Paso de la gloria al infierno
sin ningún aviso previo,
sin nada que me prevenga
del dolor que se avecina.
Hay momentos en que quiero morir
pero tan sólo un poco si pudiera,
dejar por un tiempo de sentir,
que mi cabeza dejara de pensar.
Dios mío, dame serenidad,
regálame un poco de tu paz
arranca de mi esta locura
y bendíceme con tu bondad.