Poema de un viejo cínico.
Quise compensarla con gran noche especial
La llevé al Hilton, cenamos con champán
Burbujas, suaves notas del piano
Trajes de noche, esmeralda en la mano
A pesar de mullidas alfombras , sábanas de satén
Sus rubios rizos que el oro suave enhebra
No fué mas que otra noche rutinaria
Como una raya en la piel de una cebra
Ella me amaba, y yo como un cabrón
Nunca le dije que hacía ya dos mil años
Había perdido toda mi ilusión.
Con esta vida , que regala desengaños.
Me hago viejo, con noria por pasado
Con la esperanza que mi mala conciencia
Deje mi espíritu un tanto compensado
Con la falta inevitable de memoria.
(Sostiene la experiencia).