Le gusta ver la tarde pintarse,
por el bosque filtrarse entre pinos,
al sol calladamente bajarse
de horizonte lejano encendido,
le gusta ver la noche crecer
moliendo luz como un molino.
Le gusta dejar huella al caminar
pa' quien la quiera encontrar
compañera de viento barlovento
en juvenil intento por volar.
Le gusta ser trigueña de ojos pardos
y tener un perro que ladra a la luna,
aprendió tarde a cantar porque tenía
que olvidar tristeza ninguna.
Tenía un tren de empeños
y muchos rieles para soñar,
tenía una madre que la quería
niña morena sin una pena
y para que se le diera rezaba
a su virgen también morena.
Le gusta mirar caminos
como llamando al destino,
tenía y tenía pero sólo tuvo
un sueño verde que la mantuvo......
Tenía cama mullida
y almohadas de algodón
para el hombre-sueño de alguna vez,
tenía fogón de piedra
de piedra y carbón
pa' cocinarle el corazón......
tenía y tenía pero sólo tuvo
un sueño verde que la mantuvo.