Infinitos campos se peinan de suave brisa
cuando dorados brillos encandilan mi mirar,
y tu sol... frente a mis ojos, se sumerge en aquella
infinita línea azul que pone límites a tu pampa
En ti, el Guaíba canta y mi inmenso suspirar navega
cuantas veces, como y hacia donde quieras...
tu camino y mi destino, marcados con lirios de agua
me llenan de fe y esperanza, porque de eso tu bien sabes
En mi, veo tus manos transparentes tocar en silencio
mis labios que quieren de esa húmeda búsqueda
que no espera mucho por mis horas de ausencias,
perseguidos momentos que terminan en tus pechos
Tu voz dulce me pinta sabores y atardecer de orla,
misteriosos silencios que el río lleva aguas abajo
como otros ríos y otros campos, de la misma manera
llenaron mi alma con la misma luz y el mismo olor ti