He de decir mi queja
como el asta su bandera
que de estas callejuelas
ya no cocinan rimas
que sepan a pimienta sus cazuelas.
Como añoro el riachuelo
el verso salido en pies mojados
aquel frescor de un anhelo
dado del cielo a dos enamorados.
Háblame tú, si no esta extinto
dime de las cartitas de las plazuelas
aquellas que hacían de oficio
los cómplices y las compañeras.
Hazme recordar las tardes de tormenta
aquellas que resbalaron las letras
pero no soltó la mano de ella
por cubrir la cabeza de la amada la libreta.
¿Y que he de decir de estas?
si son muchedumbres desoladas
si son sus calles abandonadas
de mensajeros sin notitas y sin letras.
Jorge G Sifuentes
Junio, 08 2012