Hoy se ha marchado el poeta
con versos de fantasía,
el sol esta cabizbajo
la luna perdió alegría.
Se han detenido sus manos
no escribirán como ayer,
las ha tomado la parca
en un triste atardecer.
Los cerros lo están llorando
como lo ha llorado el rio,
la campiña y la montaña
el cielo gris y sombrío.
Las estrellas y los astros
forman un coro silente,
no titilan a lo lejos
su pesar es elocuente.
Los pájaros se han quedado
con un canto que no suena,
aletean desquiciados
los ha ceñido la pena.
Tanto así que en retirada
van vencidos por el viento,
y en su periplo a lo lejos
se percibe su lamento.
Los árboles abrazados
se suman a la congoja,
tiemblan desde sus raíces
hasta han perdido sus hojas.
El mar en su desconsuelo
acomete con fruición,
la arena con toda inercia
porque perdió la ilusión.
Se ha silenciado su pluma
pero su alma vive ahora,
en sus letras y los libros
que su familia atesora.
Llora Santa Ana al poeta
lo percibo desde aquí,
llora el Ecuador entero
como llora Manabí.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
09-06-2012