Como un sueño divino
amaneces en mi cielo
robándole un suspiro
a mis labios y a mis versos.
Y voy desnudando las horas
que sobrevivo soñándote,
inventando tu boca
cuando atraca la tarde.
Enamórame...
que todo de ti me seduce,
me lleva a pensarte,
atropellando el silencio
con mis ganas de amarte.
Abrázame...
que ya tienes en tus manos
cada latido que me nace
cuando en silencio nos miramos
y empiezo de a poco a inspirarme...
si me das esa sonrisa
que me enamora y me apasiona,
para armar un sueño sin prisa
y descolgarlo de la aurora.
Donde sonrojar la luna con un beso
uno de esos que me descolocan,
que me dejan navegarte el deseo
con la ternura mía que desborda.
Enamórame...
que tu voz se va enredando
con esas locas fantasías
que se derraman en los brazos
de mi soledad desprevenida.
Amor, dime si te gustaría
perdernos en la noche plata y negra,
desnudarla con caricias
y con pasión hacerla nuestra.
Ven, que te entrego la vida,
enamórame con una simple mirada,
y buscaré camuflarme con tu cuerpo
en el calor de alguna madrugada.
Enamórame...
entrégame con tu amor de otoño
esa sonrisa para fundirla con la mía,
vida, tú siempre serás lo más hermoso
que llena de esperanza mis días.
Ceci Ailín