Solo un puerto en tu realidad,
Una ansía que llegas,
Y una gota de rocío tras tu ausencia.
¿Quién comanda tu barco?
¡Que navega a huir
de rutinas amorosas.
y compromisos próximos¡
Si a otros puertos reales llegas;
con reales y vívidos presentes,
con los cuales no tengo comercio.
Tú has agotado mis despensas,
En mi agonía de desembarcarte
y en mi puerto presente tenerte.
Jubilándote de los viejos amores,
Anclarte en mis ilusiones de vida presente;
a la tierra que clama bendición de comunión.
Solo que no quería contar,
que solo tú capitaneabas tu navío sin novio.
Pues por eso mismo varabas
en cada recovo del rio y puerto de plumas,
en que pudieras levantar anclas
y…
a otros puertos reales rumbear.