plagiariamente

TE ENCONTRÉ...

Te encontré una tarde

Vanidosa vanidad,

Escondida en la embriaguez de tu desdicha

Copiando, recopilando entre tanta ideas

Los vapores sublimes de la angustia

El olor de una flor que el sol suda  cuando la seca

La esbeltez de amor que es siempre esbelto

Y en tu boca repleta de cemento, entumecido

Tus letras de viajera en pretérito perfecto

 

Te encontré en la angustia de sentirte en vanagloria

Ajena por supuesto, de otra piel, de otro francés

De otro inglés, de mil canciones e ilusiones

Robándote la sencillez de un poema de mujer 

la sublime sencillez sin divulgarla

Y siendo así dulzona como el agua

No tiene la intención de verse en voces

Como espejos repetidos de miradas

Una y otra vez buscando el roce

Y la adulancia pretensiosa de la nada

 

Así es la vanidad, vulgar y fría

Arrogante, con dotes de aire fuerte

Pero siempre embriagada en aguardiente

Aquí te vuelvo a ver

Vanidad, vanidosa, mañanera

Adulante y tramposa, fría y vieja