La solitaria
La poesía se compró un autito,
sacó cuenta corriente y dos tarjetas,
un nuevo celular, unas raquetas
un plasma, una asadera, un relojito,
Un traje zara, un bóxer, un traguito
de ron sin coca cola ni recetas,
un vuelo a Nueva York, unas maletas,
un libro de un autor que nunca ha escrito.
Pagó a cuotas su viaje al infinito,
su tedio, su dolor, sus marionetas
de diva en el telón de su garito.
Pensó en cambiar de sexo, hacerse tetas,
pero entonces se oyó del sueño el grito
y a coro la expulsaron los poetas.
05 06 12