Inquietante congoja esparcida en el pecho
viste de grises los días, nubla el espejo.
Ahoga en la memoria el grito reprimido
de un espíritu libre que quedó en el olvido
Protesta furtiva, demanda del cuerpo
huellas arruinadas que dejó mi tiempo
caminos perdidos
en el arbitrio que escogi eron mis huesos
pensamiento alado de un futuro incierto
Desconocida la faz
de senderos surcados por años crecidos
arrastrando envoltorio de árbol caído
contraste de riquezas de tiempos vividos
Agotado aliento, confunde el respiro…
A paso seguro confirmo batallas
no hay tiempo perdido en mis entrañas
Hay llanto de invierno, refugio en otoño
respiro en los mares
El viento en la cara, el sol en el pecho
noches de verano, caminando el sereno
Veloz pasajero de reparos y gemidos
-un momento, un instante, un suspiro-