Diaz Valero Alejandro José

Los libros que no iban a la escuela 5/10

CAPÍTULO 5. Intentando descifrar el libro

 

Un día de tantos Arquímedes encontró en la calle un libro. Le costaba creer que alguien lo hubiese arrojado a la calle como si fuera basura. Era un libro de bachillerato en perfecto estado, “está hasta forrado” se dijo al verlo allí confundido entre el polvo de la calle y con algunas pisadas en la portada, por lo que decidió como de costumbre llevarlo a casa.

 

Aquel día los otros libros se quedaron esperando, pues Arquímedes no los leyó ese día, ya que estaba muy ocupado intentando descifrar al nuevo amigo. Por más que intentaba entenderlo era imposible… Leía y leía y no entendía nada.  ·Cuando llegue a bachillerato tal vez no pase de grado” se decía tristemente, pues no entiendo esos libros.

 

Atormentado por la imposibilidad de entender salió a jugar con sus amigos a las afueras de su humilde casita. Su mirada inquieta buscaba y buscaba entre la gente, hasta que por fin vio a Lino, uno de los hermanos mayores de uno de sus amiguitos y mostrándole el libro le preguntó si él podía entender aquellas lecciones del libro de bachillerato. Lino hojeó el libro con detenimiento y luego mirándolo con desgano le respondió: “Esto es muy profundo para ti” le entrego el libro y se retiró.

 

Arquímedes se sintió triste, pues ahora, no sólo no entendía al libro, sino tampoco al lenguaje de los jóvenes grandes. ¿Qué es profundo? ¿Profundo no es el mar y los ríos? ¿Qué tiene eso que ver con la lectura?  En ese mar de confusiones se devolvió a su casa a reencontrarse con sus viejos amigos, aquellos libros fieles a los que siempre entendía.

 

Un libro distinto ha encontrado

y lo ha llevado a su casa

en él, el niño ha cifrado

muchas de sus esperanzas.


Continuará...