La palabra al exilio...,
(Al exilio las palabras)
secretamente un sueño
perecen los recuerdos
parecen sueños.......,
(Al exilio los secretos)
desdoblando el pensamiento
la mente demente
un encuentro
-sombras-
y el cuchillo lleno de tinta
sangrante ante el desvelo del rostro
ni la aguja maquillando el cuerpo inmóvil
purgante del vudú ante los ojos
-ni la lágrima-
-fecunda-
recorre venas disecadas
del sabor metálico en la boca
cuando más se obliga olvidar el pasado
y más se recuerda retener el presente
cerrando el desvelo en una muerte...
(La palabra se debe doblar en mil formas,
destrozar en muchos pedazos,
desgarrar de dolor, y dejarle colores
en torno al amor, tan ahogado al abismo
tan petulante al silencio,
en ausencia el dolor del Poeta;
la palabra se debe violar y exiliar
y en los recovecos del pensamiento
la palabra no deberá existir,
ni el autor que entre el guiño de la noche
desangra sus lamentos en una hoja blanca
mil veces violada y asesinada
ante su sangre disecada
perpetua a través del tiempo imaginario
-un sueño nada más-
cuando se van las palabras
los secretos, los sueños, y el arte de imaginar)
Cerrando las consonantes
-pupilas dilatadas-
las vocales de labios extintos,
-saliva extranjera-
el tilde de rostros manchados,
-la mirada sale de los cerros-
el sol a muerte cuando giran los ojos
-el remolino a manos de un niño-
cuando se intenta mover el corazón
-y juega doblando los labios-
inocente toca con el dedo el cielo
-el azúcar en sus dientes-
colores vistiendo la alegría
-árboles abrazando su oxigeno-
él cerrando la página del libro
-se cierran los párpados, el telón cae-
se escriben palabras al exilio......,
él tomando el remolino de su vida,
la escritura transforma,
se transforma su voz,
el azúcar en la sangre
y la niñez cubre de lágrimas sus ojos,
"reír no cuesta nada"
llorar tampoco"
hacer llover la vida"
y
que
la
muerte
sonría
no cuesta; mientras el sol gira
devolviendo secretos-
cuando
la
poesía
se
manifieste
en
ecos
de
escritores
frustrando el presente, futuro
y sueños, y el sol gira,
y el poeta se esconde,
¡se muere...!
renuncia a las letras,
versos
cubren
de
azúcar
el
cielo,
¡y anochece; anochece...!
el cielo en la palabra muerta...,
la lírica de una voz pereciendo...,
los dedos de una obra vencida...,
-y el autor renaciendo; renaciendo-