Mientras escucho algunos vidrios rotos
en este amargo silencio,
la soledad son caricias,
y los ruidos a su alrededor
son el mismo silencio.
Te di todas mis sonrisas, todos mis secretos,
te ame con todo mi corazón,
y cada segundo que pasa te quiero más y más.
Te amé incluso antes de conocerte,
sin tener en cuenta que eras tu el de mis sueños.
Pero debes de saber,
que te he amado desde siempre
porque sabía que existías en algún lugar.
Tomar el tiempo para detenerse,
y disfrutar de la soledad,
cuando la música es una canción
del mismo silencio;
es abrumar a mi corazón cada momento
y hacer temblar mi alma.
Es sumergirme en esta melodía,
con la música perdida en el desierto,
sólo para que me encuentres
perdida en tu ausencia…