Dulzor de mis años idos
que empalagan el recuerdo;
nunca más me he comido
esos ricos caramelos.
Golosina de mil encantos,
golosinas que hoy evoco…
Siempre alejé mis quebrantos
con caramelos de coco.
Caramelitos de color marrón
que al lamerlos se abrillantaban,
aún conservo aquel sabor
que a mi tanto me gustaba.
Caramelos tropicales
que tanto dulzor me dieron,
causantes de tantas caries
que en esos días me salieron.
Caramelitos de coco
que compraba en mi niñez,
quisiera chuparme otro
para morderlo después.
Alejadro J. Díaz Valero