Sentada en mi silla de condenada, siendo yo inocente
Esperando que mi hora llegara me sentía desesperada,
Pues mis gritos de clemencia ya nadie los oía
lo peor ya se venía y mi vos soy inocente pronto cesaría.
En mi silla de condenada detrás de las rejas miraba el paisaje
los ojos de mi verdugo que esperaba solo la orden de mi destino final,
si mi destino estaba en sus manos que mas podría esperar
de mis lagrimas no se iba a conmover era su trabajo nada más.
Solo esperar que esas rejas se abrieran y mi verdugo se acercara
Cuestión de minutos nada mas jalar de una palanca para que todo terminara,
Y que se apagara conmigo la vos de mi inocencia como un suspiro largo
que por más largo que fuera tiene un final.
En el pasado creía no tenerle miedo a la muerte, pero no se
si en realidad le tengo miedo al morir o la injusticia que me someten,
me dieron a elegir si quería silla eléctrica o inyección letal
les dije me daba igual de todos modos iba a morir .
En mi silla de condenada con los brazos, piernas y cabeza bien aseguradas
mi final ya se acercaba mi verdugo cumpliría con una más de sus tareas ,
terminar con mi existencia sin importar mi inocencia
porque para todos yo era culpable y no pude demostrar lo contrario.
Ya no importa mis gritos de clemencia todo término
en el dormitorio de la eternidad yo me despertare ,
en los brazos de alguien que sabe de mi inocencia
y el sabrá como compensar mi sufrimiento
y se encargara de mi verdugo y de los que me juzgaron tan mal