Moradas gotas que caen
suavemente de las ramas,
como lágrimas de seda,
que alfombran el duro suelo.
Mi jacaranda risueña,
precursora del estío;
añiles copos de tul
de transitorias fragancias.
Vistes tu capa de gala,
festejando tu alegría;
perfumas de aroma mi alma
cuando se esconde la tarde.
Morada lluvia de junio,
campanillas muy alegres,
alfombra que orna mi vida;
¡que no las pise la gente!
Mi jacaranda a caballo
en primavera y verano;
nos obsequias, de año en año,
con tus regalos morados.
11 de junio de 2012
Pau Fleta