En respuesta a tu
carta te digo
que todo lo que
me pides lo acepto.
Pero no quisiera
que tardes en venir.
A través de tus palabras,
quisiera decirte
que me has hecho
feliz, como en todas ellas.
Pero, siempre me pones
obstáculos. ¿ Por qué?
Tu madre puede ser
atendida por tu hermana.
Sabes que quedamos
en reencontrarnos pronto.
Y así tendría
que ser.
Hoy ansiaba tu carta,
y me llegó.
Todo es felicidad
en mí. Todo.
Pero a veces,
cuando se reciben
noticias como la tuya
de que vás a demorar
tu regreso
por atender
a tu mamá,
me ponen mal.
No soy egoísta.
Lo sabes.
Pero piensa que
yo también
te necesito.
Muy humana
tu actitud de cuidar
a tu madre.
Pero otros pueden
hacerlo, y tú
podrías estar conmigo
y acompañarme.
Así podrías ser
mi enfermera oficial.
Me han detectado
un pequeño problemita
en el corazón.
No es para preocuparnos
en demasía.
Pero te necesito
y quisiera que
estés a mi lado.
Recordé mucho
estos días,
en el que
nos conocimos.
¿ Recuerdas?
Estaba yo sentado
en un banco
de la plaza
atándome los cordones
de mis zapatos,
y tú te sentaste
a mi lado
leyendo una revista.
Ahí comenzó
nuestro romance.
No te prohibo
que te quedes,
solo te pido
que vengas
a mí. Te necesito.
No pienses que es
por el interés
de tu atención.
Es porque
ante esta soledad,
necesito de tu amor.
Trata de solucionar
el asunto
de tu viaje.
Continúo trabajando,
pero mis tiempos
serán más breves
con tu compañía.
Tengo un pálpito
que después
te lo voy
a comentar.
Espero decidas
lo que corresponde.
Mis saludos
y pronta mejoría
para tu madre,
y un saludo especial
a tu hermana.
Y tú, recibe
de mi parte
un interminable
beso en los labios
de quien mucho
te ama y espera.
Tu paciente Francisco.
PD: te amo.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto-11/06/2012)