Se ha dormido la luna,
en una noche callada,
los luceros la cuidan,
mientras ella decide soñar.
Se mira ceñida de la noche,
tomada de la mano,
caminando por el cielo,
entre titilantes estrellas,
que la miran al pasar.
Se ha dormido la luna,
para amar entre sus sueños,
reclinada entre nubes,
con un beso de la noche,
vestirse del amor.
Se mira feliz,
reclinada entre sus brazos,
cobijada en el firmamento,
incapaz de despertar,
suspira enamorada.
Se ha dormido la luna,
para entregarse,
extasiada y cautiva,
a su más dulce y anhelado deseo,
de fantástica noche.
Colombiana.-