sergiochez

Y entones calle...

Lástima, se ha escurrido el deseo de mi boca 
y no quiere pronunciar más palabras...
Como si fuera ella la que manda en mi corazón, 
tiene todo el derecho de dejarme mudo, 
pues muchas veces dejó libre su sentimiento, 
sin que llegara a ningún oído, y triste enmudeció... 
Dejó de hacer piruetas en la oscuridad, 
cuando ebrios de el alcohol del amor, 
intento decir cien veces “te amo” y volvió a callar...
Amaneció entreabierta, mi boca, 
cuando la mente que la guía, dejó de soñar junto con ella 
y no dijo nada para no moverse, 
por temor a que solo fuera un sueño y arruinarlo todo, 
así que también calló...
No quiso visitar más aquellos labios, 
que tan huidizos, le fueron lejanos 
y que sin el sabor del amor, se transformaron en hiel amarga 
para forzarlos a apagarse definitivamente. 
Entonces también calló...
No me dejó a mí pronunciar palabras 
que luego serían las causantes de nuevos sufrimientos 
y eso sí que se lo agradezco, 
pero me dejó en silencio por mucho tiempo 
y eso me hizo pensar... 
Entonces, yo también callé...