Mi vida ha dado una vuelta,
ha cambiado de dirección,
me dice que lo ha hecho
porque lo necesitaba mi corazón.
Me encontraba en el vacío,
donde el negro es el único color,
un puñal es lo que diviso,
y este me hizo perder la razón.
Un día por la mañana,
yo en mi gran oscuridad,
ví una luz que me llamaba
y se llamaba felicidad.
Fue un rayo de sol,
fue el viento que aparte a la nube oscura,
fue un día de calor,
fue para mi alma un bendita apertura.
Hoy quiero dar las gracias,
a una chica muy especial,
ella es mi fragancia,
y lo dulce que le falta al mar.
Sus ojos la tormenta,
su cuerpo la marea,
mis manos son el barco,
que pasan por la ventista entera.