Se fueron perdiendo tus manos
como el sol detrás de las montañas,
incipiente momento de tus besos
sobre el maremoto de mis labios
que se alocan sobre tu seno tibio
(tú que buscas mis besos
y yo juego con ellos)
Nada espero del alba
que se esconde en tus ojos
al mirarme callada
al sentirme en tus brazos.
Que turbado momento el de la nube negra
de ese gemir tan corto de tu boca y la mía,
sólo queda tendida tu sombra ahí en el lecho
y un olor a tabaco que poco se respira;
me quedé frente al ropero que da hacia la puerta
aún desnudo estaba, mirándote partir
un beso fue la gota que derramara el tiempo
un beso que hasta ahora ha sido mi castigo.
Me quedé solo y triste. Satisfecho y herido
porque fuiste algo mío aunque fuera una noche
donde me diste todo…¡para sentirme vivo!
Sin embargo agonizo al ver que te he perdido.