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MIS PIES

Me dueles en la planta de los pies.

 

Hablo con ellos y me  preguntan

para que me cargan si no voy

a ninguna parte.

 

Los confundo todas las noches

dándoles un masaje que los deja

completamente dormidos,

por lo que en la mañana siguiente

me levantan como si nada hubiera

pisado.

 

El perfecto lavado de pies que les

hice no les permite recordar

que en mi andar diario,

me llevarán como siempre

a la nada.

 

Hasta que recobran la memoria

al final del día y me reclaman

nuevamente su cansancio.