Me molesta la cabeza,
acaricio mi parte izquierda
con mis dedos arrugados,
observo la nublada mañana,
los amores despiertos se hablan,
se cuentan sus sueños olvidados.
Las esquinas pobladas
de esperas, de sonrisas,
de perros amanecidos,
de mujeres con labios malpintados
esperando hombres que buscan
niñas y niños para dormir abrazados,
el dolor de cabeza nunca termina,
la gente sale de sus casas
y se escucha su voz platicando a solas.