Alma cansada y rendida,
Tus restos se esparcen por doquier
No andes más la confusa ruta de la vida,
Si ya has quedado en el ayer.
La paz ha cicatrizado,
Las heridas que causó el dolor,
“Todo está consumado”,
Te lo ha dicho el redentor.
Los restos impregnados en las mentes,
Convertidos ahora en recuerdos,
Se resisten a partir de repente,
Y se van quedando lerdos.
Las lagrimas contenidas
Se desbordan en amargo llanto
Y aunque no interrumpan tu partida,
Por ti convertiré en dulce canto.