¿Como pude alejarme,
Arboles:
de sus manjares,
de sus coloridos...
e inimitables tiempos estacionarios,
de sus aires
de sus aves;
del movimiento fecundo
de sus fuentes arrullantes?
!Para verme aquí!
Sin su purificación
y su bendición
de trapiches inolvidables.
¿Cuál fue el motivo que me lanzo
a este suplicio
que ahora me absorbe?
Y me nutre solo
de infinita nostalgia
¿Por qué?
¡Si me advirtió el eco,
la sonrisa
la infancia!
Que tan solo en su abrigo
saciaría este vacío…
¡Te amo bosque mío!