¡Ay corazón!
no huyas de mis versos
que no ves que sólo quiero
rozar tus cabellos…
No me niegues el mirar
de ojos tan inquietos
si sólo quiero acariciar
el borde de tu pecho…
No te alejes del calor
que irradia mi deseo
y déjame seducir
las colinas de tu cuerpo…
¡No amor!
no engañes a tus sueños
ella no sacia tu alma
y no puede, regalarte mis versos…