bambam

GUIÑO DE LUCERO

En este lugar,pleno

de frondosos álamos, cuyas hojas reflejan

el último resplandor de la tarde.

En silencio, del brazo caminemos

muy despacio.

Engalanemos nuestro pasos,

escuchando el armonioso canto de los grillos,

acompañado por el coro del cú, cú, de las palomas

colgadas de sus ramas.

 

El crepúsculo se esconde a la distancia,

dejando caer la desnuda oscuridad

de la noche.

Alumbrando nuestro andar

con el resplandor de las estrellas.

 

Detengamos la marcha

contemplemos el lucero de la tarde,

que trasponiendo el horizonte

nos mira con envidia.

Suspirando alborortos burbujeantes

de ardiente imaginación.

 

Guiñando un ojo

el tal lucero vespertino, me anima a confesarte

ese amor delirante provocado

gracias a la elegancia de tu figura de mujer.

 

Tus ojos despiden brisas plenas de ternura

diluyendo mis ayeres nostálgicos,

con las sonrisas de su mirada.

Despertando en mi conciencia, el deseo

de brazar tu talle.

Y

depositar en tus labios de coral partido,

todos los besos enamorados

de que soy capaz.

Y decirte, simple y llanamente.

¡Te amo!

 

bambam