A veces el amor se nos presenta
como estrella fugaz que se desplaza
cuando en el alma oscura se levanta
una infinita llama de esperanza.
Un despertar nuevamente a la vida
que provoca desmedida obsesión
hace olvidar la pasada herida
y nuevamente sentir con devoción.
Vuelve a latir el corazón con ansias
logrando del rosal abandonado
respirar las sublimes fragancias
que flotaban en un mundo olvidado.
Los opacos colores se iluminan
con la mágica vara del sentir
y brotan los capullos que germinan
si tienes otra vez por quien vivir.
Amelia Suárez Oquendo.
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