Vivimos la nostalgia del pasado olvidado
Sufrimos el castigo de la memoria sin destino
Con lo bello que es recodar lo vivido
Deberiamos de no perder nunca a los seres queridos
Recodar que un dia aquí de alguien fuimos
Sin perternecerles fuimos tesoros robados
Bebimos el elixir de la prospera vejez
Pobres ignorantes maestros de la timidez
Defensores de lo oculto por decreto
Vendedores de almas robadas en secreto
Llamadores sin voz disfrazada
De las cartas sin letras descifrada
Buscadores de sendas perdidas
A la zaga de las desmedidas
Ojos Llorosos al despertar de sueños
Que solo conocemos los dueños
Algunos por siempre recodados
Otro por deseos olvidados