Postrada en una cama, me siento derrotada en mi ancianidad
en el tormento de mi enfermedad y en delirio por tanta fiebre,
entre tanto pensar ya no sé ni lo que pienso y no soporto tanto tormento.
Me pregunto en todo momento cuando terminara este infierno que estoy viviendo
este dolor que me quema los huesos y me convierte en ansiosa por que llegue el final.
Busco en mis recuerdos más bellos del pasado para encontrar la calma pero no la hallo
Y miro al techo de este hospital queriendo ver al cielo atreves de él y hablar con dios.
Dios mío no dejes que mi cuerpo maltratado por esta dura enfermedad
Siga así en estas condiciones ya no lo aguanto más,
cualquier pecado que hubiera cometido te pido me perdones y me envuelvas
en tus brazos y me cobijes en tu manto celestial.
Entre todas las ideas bajo el delirio por la fiebre se me ocurrió algo más
Hablar con mis médicos para pedirles la eutanasia y terminar con mi agonía,
Pues que ingrato pasaría a ser yo con la vida que me han regalado
Yo que siempre creí que los humanos somos libros vivientes con un corazón
expresados en actitudes y acciones cuyas páginas deben ser llenadas con verbos,
y no con distinguidos sustantivos que solo adornen nuestra travesía en este mundo.
Después de tanto tiempo preguntándome ¿Por qué me ha tocado a mi tanto sufrimiento?
Solo cierro los ojos y digo mis plegarias, pidiendo al altísimo,
que tome mi vida cuando deba hacerlo que él en su rica he infinita sabiduría
solo le da a sus hijos cosas que puedan soportarlo , porque él conoce a sus hijos
y cuanto pueden resistir a las pruebas que él les pone .